Existe entre la clase política este temor, que supone sin duda también una falta de respeto, hacia la opinión popular más allá del voto periódico, un temor que tratan a toda costa de inculcar en la ciudadanía. La libertad, la propia vida, también son peligrosas ¿deberemos entonces prohibirlas también?
Ciertamente, la opinión popular puede equivocarse. […]