Manis 22S/13O: Las mentiras del déficit

El 22 de septiembre de 2012 se realizó una manifestación bajo el lema “DESMONTANDO MENTIRAS, CONSTRUYENDO ALTERNATIVAS”, con recorrido Atocha-Sol.

El 13 de octubre de 2012 se realizó una manifestación/cacerolada bajo el lema “NO DEBEMOS, NO PAGAMOS”, con recorrido Sede de la UE (Pza Emilio Castelar) – Sol. Esta acción se englobó dentro de la convocatoria mundial “Global Noise”.

Puedes descargar el folleto del 22S aquí y el del 13O aquí. Puedes ver un video sobre este tema aquí.

NO a los privilegios en el pago de impuestos

El discurso imperante desde las administraciones es insistir en que tenemos un problema de déficit, y que éste sólo puede ser resuelto a través de recortes en el gasto público y privatizaciones de servicios y empresas públicas; ahora bien el déficit también se solventa aumentando los ingresos mediante un sistema impositivo
progresivo y suficiente
.

DESMONTANDO MENTIRAS

  • En las últimas décadas en nuestro país se han ido reduciendo o, incluso, eliminando impuestos a las rentas más altas y las grandes empresas, las cuales han ido pagando cada vez menos. Por ejemplo, entre 1995 y 2010 la tasa del IRPF para las rentas más altas bajó del 56% al 43%.
  • Actualmente, las rentas del trabajo tienen impuestos superiores a las rentas del capital. La renta general (donde se incluyen las rentas del trabajo) tributa a un tipo mínimo del 24% mientras que la renta del ahorro (rendimientos de capital y ganancias patrimoniales) tributan a un tipo del 19% hasta 6.000 euros y a partir de 6.000 tributan del 19 al 21%.
  • El Impuesto de Sociedades entre 1990 y 2009 bajó del 35% al 30%, pero además existen una serie de deducciones y exenciones fiscales aplicadas que lo rebajan. Así lo que realmente pagaron de media las empresas en 2010 fue solo el 16,7%. Tipos como este lo estaban pagando bancos o empresas de comunicaciones que estaban declarando más beneficios que nunca.
  • También se han eliminado ciertos impuestos como el de Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones, lo que ha influido decisivamente en la caída de la recaudación, y aunque recientemente han decidido resucitar temporalmente el Impuesto sobre el Patrimonio, se han mantenido una serie de exenciones a las llamadas Empresas Familiares y a las Sociedades Patrimoniales que limitan su efectividad.
  • Pero la trayectoria de facilidades a las grandes fortunas no acaba ahí. En la última década han surgido otros mecanismos para qué estas aporten a las arcas públicas el mínimo porcentaje posible, el ejemplo más representativo de esto son las Sociedades de Inversión de Capital Variable, las SICAVs a través de las cuales sólo tributan a un 1%.
  • Otro aspecto fundamental es el Fraude Fiscal, que se estima en 90.000 MM de euros, procediendo el 72% de grandes fortunas y grandes empresas ya que en su mayor parte operan en Paraísos Fiscales. Aún así las directrices políticas de la Agencia Tributaria obligan a dedicar el grueso de las inspecciones en autónomos y PYMES.
  • Estas bajadas continuas de impuestos a las rentas más altas y a las grandes empresas, junto con el alto porcentaje de evasión fiscal, generaron un déficit estructural que se puso de manifiesto al inicio de la crisis, cuando empezaron a desaparecer los ingresos provenientes de la burbuja inmobiliaria.
  • Es muy significativo el hecho de que España, junto con Grecia, Portugal e Irlanda, es el país europeo donde los ingresos del estado son menores (33% PIB frente al 39% en la UE) y esto es consecuencia directa de ser los países de la UE donde menos impuestos pagan las grandes fortunas y empresas (en los últimos 3 años pagan un 60% menos), mientras la clase trabajadora cada vez paga más.
  • Nos dicen que no se pueden subir los impuestos a estas grandes fortunas porque esto provocaría que no invirtiesen en activar la actividad económica y generar empleo, pero si nos atenemos a los datos sólo un 1% del capital de estas grandes fortunas se invierte en empresas que generan empleo, el 99% restante lo invierten
    en actividades especulativas.
  • Pero las políticas actuales siguen insistiendo en la renuncia al ingreso, ahora incluso se “premia a los grandes defraudadores” a través de la recientemente implantada Amnistía Fiscal.

La Constitución Española, en su artículo 31 dice:

“Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo basado en los principios de igualdad y progresividad…”

Los objetivos principales de una política fiscal justa deben ser:

  • Mantener el Estado Social a través del cumplimiento del principio de suficiencia
  • Redistribución de la riqueza aplicando los principios de progresividad y justicia
  • Dirigir la política económica del estado gravando en mayor medida aquellas actividades de menor interés general o con efectos indeseables para el conjunto de la sociedad.

CONSTRUYENDO ALTERNATIVAS

A esta situación hay alternativas, las cuales no pasan por privatizaciones y recortes en servicios públicos, sino por un aumento del ingreso como mecanismo principal para frenar el déficit. Sólo hace falta voluntad política para ponerlas en marcha:

  • Aumentar los tramos y los tipos máximos del IRPF.
  • Profundizar en la progresividad de la tributación de las rentas de capital.
  • Reducir progresivamente la imposición indirecta (en impuestos como el IVA) para lograr objetivos de equidad fiscal.
  • Eliminar las exenciones y vigilar el cumplimiento del impuesto de sociedades.
  • Eliminar de forma consensuada en Europa las SICAV y, como medida a corto plazo, vigilar eficazmente el cumplimiento de los requisitos de este régimen fiscal.
  • Recuperar plenamente impuestos como el de sucesiones y donaciones o el de patrimonio, con un tramo exento.
  • Ampliar los presupuestos en medios humanos y técnicos para la persecución del fraude fiscal, así como dotar de leyes todo el mecanismo de lucha contra el fraude.
  • Instaurar la imprescriptibilidad del delito de fraude fiscal cometido utilizando cuentas no declaradas, abiertas en el extranjero.
  • Prohibir los paraísos fiscales.

En definitiva, avanzar hacia la implantación de un sistema fiscal progresivo y justo, que grave más a quienes más tienen, permitiendo la redistribución de la riqueza y dotando al estado de los medios suficientes para cubrir los servicios públicos y crear empleo.

Así como la anulación de las amnistías a los defraudadores así como, la persecución efectiva del fraude fiscal y prohibición de operar en paraísos fiscales hasta conseguir su desaparición.

 

Video “las mentiras del déficit”

En este video puedes ampliar información: