Nos pretenden introducir esta opción hasta en las escuelas. Es ideología, que busca embellecer al empresariado como el creador de la riqueza, cuando esta sólo se genera mediante el trabajo.
Es la esencia del individualismo de esta sociedad, el egoísmo para el sálvese quien pueda.
El gran empresario no sólo explota a su trabajador, sino a cientos de pequeñas empresas que se pelean por sus servicios o por pequeñas parcelas de su producción. Mediante la externalización de su actividad, evita enfrentarse a los obreros organizados.
Que la gente tenga que “buscarse la vida” ante el colapso del sistema no es porque desee el éxito en un mundo de ganadores y perdedores.
Quieren que el parado tenga que autoculparse por no ser emprendedor, que lo bueno es ser empresario, aunque sea de sí mismo, con un poco de suerte podremos explotar a alguno más.