- Somos el país europeo con más kilómetros de autovías y autopistas (tenemos más de 15.600 km), y también el que más kilómetros de estas vías tiene por habitante y por vehículo. Solo nosotros tenemos la quinta parte de kilómetros que toda la UE-27. Pero seguimos construyendo a todo trapo.
- También somos el país europeo con más kilómetros de vías de alta velocidad ferroviaria (2.700 km), y el segundo del mundo después de China. Somos récord en kilómetros pero estamos a la cola en utilización de los trenes (en parte por sus precios abusivos y porque la mayor parte del tráfico sigue yendo por carretera). Así, tenemos cinco veces menos viajeros en alta velocidad que en Francia y 14 veces menos que Japón.
- También somos récord europeo en aeropuertos públicos, la mayor parte de ellos con unas cifras de pasajeros ridículas: el Aeropuerto de Huesca, por ejemplo, tubo 8 pasajeros al día. No es de extrañar que Aena sea el operador aeroportuario con más viajeros del mundo y, a la vez, el que más pérdidas acumula. No pasa nada, las pagamos entre todos.
- También tenemos una gran sobredotación de puertos, pero cada instalación lucha por ser la principal de cada fachada marítima, sin coordinación entre ellas. Además, se están construyendo o están en proyecto muchos más, a pesar de que no hay tráfico de mercancías que los justifique.
En definitiva, no tenemos déficit de infraestructuras, sino todo lo contrario: tenemos una red de infraestrucutras hipertrófica que nos está suponiendo una factura económica, ambiental y social desmesurada. Y mientras se recorta en derechos sociales, se mantienen buena parte de estas obras.
Es imprescindible una moratoria inmediata en la construcción de infraestructuras de transporte, cerrando aquellas sin rentabilidad social (como muchos aeropuertos) y poniendo el énfasis en la mejora de los servicios más que en la construcción, como hasta ahora.
Ecologistas en acción