No nos podemos permitir apoyar las energías renovables

Las energías renovables están muy bien, pero son demasiado caras, no podemos permitírnoslas… y menos ahora que hay crisis” Oímos frases como esta continuamente, incluso se acusa a las renovables de ser las culpables del déficit de tarifa de nuestro sistema eléctrico. Pues bien, la verdad es que:

Cuando hablamos del coste de las energías renovables no estamos teniendo en cuenta las ventajas que no están directamente incluidas en el precio como son la disminución de las emisiones de CO2 y el ahorro en derechos de emisión evitados, las importaciones de combustibles fósiles para la generación de electricidad que nos ahorramos y cómo esto mejora sustancialmente nuestra balanza de pagos o el aumento de nuestra soberanía energética y nuestro tejido industrial.

Acusar a las renovables de ser culpables del déficit de tarifa es totalmente injusto cuando el precio de la electricidad se fija en un mercado donde las pocas empresas eléctricas que compiten tienen un poder enorme e injustificado en la fijación del precio, donde los mercados de futuros (como las subastas CESUR) aumentan el precio de la electricidad sin producir un solo kilowatio-hora o donde las centrales nucleares, ya amortizadas, se están enriqueciendo gracias a un cambio legislativo que les proporciona enormes e inmerecidos beneficios.

Pero es que además las energías renovables bajan el precio de mercado con el que se retribuye a otras tecnologías, lo que explica muy bien el interés que tienen en desprestigiarlas y ejercer presiones políticas para erradicarlas.

El argumento de que las energías renovables son demasiado caras es tremendamente cortoplacista: debemos apoyar ahora estas fuentes de generación cuyos costes no paran de descender (al contrario que las basadas en recursos fósiles), y que serán, sin duda, una de las piedras angulares sobre las que se apoye nuestro tan necesario cambio de modelo energético.

El observatorio crítico de la energía

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