No ha habido ayudas públicas al sector financiero

Las entidades financieras (bancos y cajas de ahorro) están en situación de quiebra técnica y solamente sobreviven por el apoyo público que reciben. Más de 140 mil millones de euros entre inyecciones directas de capital, suscripción de participaciones preferentes convertibles, compra de activos y avales a sus emisiones de deuda por parte del Estado. Además han obtenido más de 316 mil millones de euros de financiación al 1% por parte del Banco Central Europeo. El problema no es solo de las cajas de ahorros.

¿Es que esas ingentes cantidades de fondos no son acaso “ayudas públicas”?

Según el Gobierno no son ayudas públicas porque el Estado cobra por ellas. Sin embargo, es evidente que el “precio” que las entidades financieras soportan por las ayudas es satisfecho gracias a nuevas inyecciones de fondos públicos. ¿Cuántas pequeñas y medianas empresas habrían cerrado si hubieran recibido fondos del FROB o se les hubieran comprado activos no líquidos por parte del Tesoro Público? ¿Cuántas familias habrían sido desahuciadas de sus viviendas si hubieran contado con el aval del Estado para hacer frente a sus hipotecas?

Más del 14% del PIB hemos destinado a cajas de ahorro y a bancos sin que se cambie ni la gestión ni, en muchos casos, a los gestores que han llevado a las entidades a la actual situación y, lo que es más grave, sin garantía alguna de que se haya abordado el corazón del problema: el desmesurado crecimiento del crédito que otorgaron bancos y cajas sin que acompañaran esta alocada carrera con la aportación de suficiente capital propio. Ese fenómeno de apalancamiento excesivo, ha situado a las entidades ante el abismo de la quiebra cuando se han enfrentado a las pérdidas por el deterioro de su cartera de préstamos y del precio de los activos inmobiliarios.

Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorro

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